Cuando Carlos se despertó de su
pesadilla, con la frente moteada de sudor y jadeando, miró a su lado y
descubrió a su futuro marido roncando tan plácidamente. Aquello lo puso de
pésimo humor. ¿Cómo podía, Raúl, dormir tan “ricamente” cuando él estaba de los
nervios? ¡Quedaban menos de treinta días para su boda y él durmiendo a pierna
suelta!
Sin poder
resistirlo le dio un codazo para despertarle.
―¿Qué pasa?
―dijo entreabriendo los ojos.
―¿Te he
despertado?
―Claro, si me
has dado un codazo.
―Ha sido sin
querer, he tenido una pesadilla.
―Ah, vale ―y
se giró para seguir durmiendo.
―¿Vas a
dormirte así?
―Son las tres
de la mañana.
―¿No vas a
preguntar nada?
―Ha sido sobre
la boda. Supongo. Siempre es sobre la boda.
―Es que no sé
cómo puedes estar tan tranquilo.
―Verás ―dijo
incorporándose y sentándose a su lado mientras se frotaba la cara con las manos
para despejarse―. Todos los preparativos están listos, ¿no?
―Sí.
―Todo pagado y
las asistencias confirmadas, ¿no?
―Sí.
―Los trajes
listos, el viaje decidido, los regalos preparados, los hoteles, ¿no?
―Sí.
―Ese día solo
vendrá gente que nos aprecia y que estará feliz por nosotros, ¿no?
―Sí ―dijo
entornando los ojos, sin saber a dónde quería llegar.
―Ahora
pregunto: ¿qué podría salir mal?
―¡Uf!
Infinidad de cosas.
―¿Por ejemplo?
―Que haya poca
comida. Que los trajes no nos queden, que los regalos no lleguen a tiempo…
―dijo elevando uno a uno los dedos de la mano.
―¿Eso
impediría nuestra boda?
―No.
―¿Los
invitados vienen por la comida y los regalos?
―Supongo que
no.
―Repito, ¿qué
podría salir mal?
―Que alguien
cancelara a última hora ―empezaba a quedarse sin argumentos.
―¿Eso haría
que no te casaras conmigo?
―¡Claro que
no!
―¿Algo de lo
que has enumerado lo haría?
―¡No!
―Entonces ahí
tienes mi respuesta.
―¿Respuesta a
qué?
―A cómo puedo
estar tan tranquilo ―dándole un beso de buenas noches se acurrucó para seguir
durmiendo. A los pocos minutos, otros ronquidos se sumaban a la armonía de la
habitación.
PD. Deseo que sea el mejor día de vuestra vida.
El preocuparse demasiado por las cosas es algo muy común en los humanos. Creo que es totalmente inevitable jajaja
ResponderEliminarSaludos.
Puede salir mal lo que va después de la ceremonia (jajaja), pero eso ya es otra cuestión...
ResponderEliminarMe sumo a los buenos deseos.
Igual debería abstenerme ;-). Me ha gustado mucho que lo hayas hecho. Enhorabuena. No sé si el reparto de papeles ha sido pactado o deberías haber puesto aquello de cualquier parecido con la realidad... Me ha hecho sonreir. Me pregunto cómo ocurrirá en realidad. Y siempre está lo de olvidar los anillos, aunque no sea motivo de cancelación.
ResponderEliminarElvis para eso estamos los demás para decirles que no se preocupen.
ResponderEliminarSara: Esperemos que no. Gracias por escribir.
Nico: No se pacta nada aquí todo sale natural. :p
Me encantaaaaaa :)
ResponderEliminarjajjaaja genial! hay tantas cosas que "pueden salir mal" pero no opacan a la importante!
ResponderEliminarjajajaja
ResponderEliminarIsabelita podía imaginármelo.
ResponderEliminarAnna Molly; Exáctamente eso.
Tracy: Muack
a veces, a falta de problemas, nos buscamos unos nuevos.. esa gente que pasa tanto tiempo angustiada antes, durante y después se olvidan de vivir
ResponderEliminarBeauséant No es una bella manera de vivir, pero no es posible evitarlo hasta que alguien te hace ver que preocuparte así no sirve de nada. ;p
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ResponderEliminarClaro que algo podría haber salido mal. Quizás todo fuera un sueño y al despertarse, tanto Carlos como Raul, cada uno en su casa, descubrieran que todavía no se habían conocido.
Todavía. Pero todo les saldrá bien. Se conocieron.
Por cierto, no estoy en la lista de invitados.
El relato, genial, como siempre.
Un beso sin castigo... aunque vengas cuando vienes... :)
· LMA · & · CR ·
Ñoco, ¿eso era un comentario o un regaño? Sí lo sé, lo sé. Pero ya sabes que soy bastante inconstante.
ResponderEliminarSiempre haces micros de mis relatos, por eso me encanta que vengas verme, tanto que te guardaré los entrantes para otro día XD
Besos de cristal.
Raúl es un hombre sabio, que relativiza y tienes la ideas claras.
ResponderEliminarLo que necesitaba Carlos es que alguien le pusiera letra a ese desasosiego, a ese rumrun
que siente sin concretar por qué lo siente.
Por suerte lo tenía al lado.
Un relato fresco y delicioso, me ha encantado.
Un beso,
Tesa: ¿Raúl sabio? Le encantará leerlo (jajaja)
ResponderEliminarGracias por tus palabras y de nuevo suerte con la novela!
Besos
jaja ¡fatsástico RAUL! me parece que aquí está bien caros los roles femenino y masculino que al márgen del sexo están impresos en todos nosotros así que dile de mi parte a CARLOS que su parte femenina es la que le hace angustiarse ... ¿para qué se casa la gente en realidad al margen de creencias ? supongo que para celebrar eentre amigos su amor... deberíamos casarnos cada día si de verdad sentimos ese amor pasar del resto de historias y convencionalismos , aun más la inmensa mayoría de las parejas no deberían casarse jamás de los jamases jajaja
ResponderEliminarvamos que no quiero decir eso respeto de Raul y Carlos... Diis me libre, en todo caso con boda o sin ella que sena felices !!
Tú tb!
Un placer leerte!!
; )
María: En algo te doy la razón Raúl es fantástico jajaja. Y Carlos, eso ya es de nota. Gracias por tus palabras y espero que les guste a ellos también.
ResponderEliminarA mí el Raúl ese me ha parecido un resabido. Tiene un nombre muy bonito, pero es un poco repelente. De Carlos, sin embargo, podría enamorarme, jajajaja.
ResponderEliminarGracias por tu relato, Castigadora, ¡nos ha encantado!
Es que Raúl siempre fue un sabiondo, y un listillo, yo me identifico más con Carlos XDDD
ResponderEliminarMe encanta que os encante.
Yo creo que todo saldrá muy bien el día D; y este relato basado en diálogos desde luego te ha salido redondo, Castigadora.
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