jueves, 26 de enero de 2017

Reseña de Tigre y Dragón, la espada del destino.

Cuando me enteré de que Netflix iba a atreverse con una secuela de Tigre y Dragón, la película con la que el director Ang Lee deslumbró al mundo en el año 2000, me llevé una gran alegría. No es que el fuerte de Netflix sea la producción de películas, pero llevan un tiempo intentando corregir eso y pensé que esta producción podía suponer un fuerte golpe sobre la mesa por parte del gigante de las series en streaming. Además, iban a contar con una de las actrices de la cinta original, así que había motivo para la esperanza. ¿Cómo ha quedado la cosa? ¿Es una secuela digna de la original? Mi veredicto es un claro NO, pero voy a intentar argumentar mi opinión sin hacer leña del árbol caído y resaltando también las cosas positivas de la película, que las hay.


La espada del destino retoma personajes de la cinta original (uno de ellos aparece y a otros solo se los menciona) para contarnos una historia que tiene lugar quince años después. La actriz Michelle Yeoh se mete de nuevo en la piel de Yu Shu Lien, un personaje que en esta ocasión debe proteger la espada celestial que un día perteneció a su amado Li Mu Bai del villano de turno que intenta hacerse con ella para proclamarse líder de las artes marciales. En medio de todo esto aparece un personaje de su pasado, el interpretado por Donnie Yen, el fichaje de peso en esta producción que viene a llenar el vacío de Chow Yun-Fat sin conseguirlo.

La historia, como veis, tiene muy poca chicha, y si al menos estuviera apoyada por personajes magnéticos, buenos diálogos o imágenes y músicas sugerentes, como ocurría en la película de Ang Lee, se le podría perdonar. Pero eso no sucede: los personajes resultan poco interesantes porque desde el principio sabes de sobra qué lugar ocupan en la historia y, sobre todo, cómo van a acabar. Solo Michelle Yeoh y Donnie Yen consiguen irradiar algo de magnetismo, y es más por su porte y su carisma que porque tengan o hagan un buen papel. El resto de actores tienen papeles de relleno, lo cual es especialmente doloroso en el caso de la pareja joven, ya que hay un intento de darles protagonismo que no cuaja.

En esta película hay acción por un tubo. No pasan 10 minutos sin que veamos una pelea, lo cual es un acierto teniendo en cuenta que ni la historia, ni los personajes ni la dirección nos van a retener frente al televisor. Y todo hay que decirlo: las escenas de acción sí están a un buen nivel, con momentos brillantes. ¿Pero era Tigre y Dragón simplemente una película de artes marciales? No, ni de lejos: una persona que se acercara a ella sin otra motivación que la de ver peleas de chinos, se llevaría una gran decepción al enfrentarse a su ritmo pausado, sus silencios y sus sutilezas.

Podemos decir, para no alargarnos más de lo necesario, que Tigre y Dragón, la espada del destino, es una película de artes marciales entretenida, pero no esperéis encontrar ni un ápice de la poesía visual y sonora que había en la cinta original; solo la pelea sobre el lago helado tiene destellos de ese estilo, pero duran muy poco. Netflix ha sido valiente, y hay cosas muy dignas en esta película para tratarse de una producción que se salta los cines y la distribución en formato físico para llegar directamente a televisores, móviles y tabletas en streaming, pero es también una oportunidad perdida para hacer una película que podría haber supuesto un paso adelante en este tipo de producciones, hasta ahora algo flojas.

Una lástima.


2 comentarios:

  1. Yo aún no la vi, pero quiero hacerlo. Una cosa te comento, creo que uno de los problemas es que has ido a verla con altas expectativas y una peli para televisión jamás tendrá "el curro" de una para cine. Ni el director (que Ang Lee es que mucho Ang Lee) es comparable. Creo que viniendo de donde viene si al menos es entretenida ya es algo. Tigre y Dragón (y en esto estoy contigo) era mucho más que peleas, (de hecho no es una peli de peleas) y visualmente fue casi un antes y un después. Ahora que bajaste mis expectativas creo que la veré "con otros ojos" Gracias, Raúl, siempre dinámicas tus reseñas.

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  2. Raúl, el cine oriental es todo un mundo; muchas gracias por ayudarme a conocerlo más. Podríamos hablar de Netflix y de lo que supone que el público de una película la vea en su ordenador personal o tableta, o incluso en el móvil, en lugar de en pantalla grande. Creo que esto influye en cómo se cuentan las historias, en eso coincido en parte con Castigadora. 'Tigre y Dragón' me dejó la impresión de ser un filme muy bello y lírico en su momento.

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