Título: Soshite chichi ni naru (Like Father, Like Son)
Año: 2013
Duración: 120 min.
País: Japón
Director: Hirokazu Koreeda
Guión: Hirokazu Koreeda
Premios:
2013: Festival de Cannes: Premio del Jurado
2013: Festival de San Sebastián: Premio del Público
Calificación: Muy buena. 8 sobre 10
Ambientada en
un Japón moderno pero en el que aún persisten fuertes tradiciones, es esta una
película que difícilmente os dejará indiferentes.
Un error
médico lleva a dos familias a entablar una relación tan poco deseada como
ausente de discrepancias. El director acentúa la diferencia entre los mundos de
las dos familias para servir de fondo y remarcar el dilema al que se han de
enfrentar y que no desvelaré aquí.
Aunque es la
historia de seis personajes, dos parejas y dos hijos, el eje se centra en uno
de los padres, Ryota, arquitecto y hombre exigente dedicado casi por entero a
su trabajo, que es el personaje que sufre un verdadero arco de transformación a
lo largo de la trama y en cuyo comportamiento se centra el director para plantearnos
las cuestiones que encierra la película.
Historia de
emociones contada con suavidad, a veces con lentitud y muy centrada en detalles
e imágenes. A mi me ha gustado mucho la casi constante visión de los rostros de los personajes. Aunque hay escenas de exterior se utilizan bastante los espacios cerrados
donde los actores destacan sobre el fondo. Como espectador occidental me
resultaron extraños algunos comportamientos ajustados a la
forma de ser y vivir nipona. Se observa la persistencia de las tradiciones que
entre otras cosas lleva a mostrar un papel subalterno en la mujer, más evidente
en una pareja que en la otra. También observé alguna falta de expresividad en los
momentos clave de la película que de la misma manera hay que achacar a la
diferencia de costumbres.
En esta
película Koreeda, más que centrarse en los dos niños y aun sin que estos
pierdan peso, se orienta al debate emocional y a los interrogantes a los que se
enfrentan los padres, especialmente en el caso de Ryota, protagonista
indiscutible de la película, y su esposa Midori.
No son pocas
las cuestiones que plantea el filme. La importancia de los vínculos de sangre,
la definición de lo que es, puede o debería ser un buen padre, el tiempo y su
uso como bien más preciado o el sinsentido de muchas expectativas paternas son
algunos de los elementos que se pueden analizar tras ver la película.
Pero será
mejor que la veáis. Una excelente película que hace pensar y que se presta a un buen debate.
Buena reseña de una gran película. Yo creo que la escena final de esta película nos pone a todos el corazón en un puño apretado, y todo el mérito de cómo está contada, sin el camino hacia ese final no sería igual. Hay muchísimos matices en esta película, hay mucha tradición y muchas cuestiones intrínsecas de la cultura nipona, como bien dices, y lo abarca todo (muy significativa la primera escena y premisa de la película, de la que después deriva todo) Yo soy una gran fan del actor protagonista Masaharu Fukuyama, y del director (salvo alguna excepción) pero el niño fue un descubrimiento para mí.
ResponderEliminarTambién la recomiendo.
Una gran reseña Nico.
Gracias, Nico, por recordar esta película donde sobrevuelan muchos temas y todo está contado desde la contención y la sensibilidad.
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